No te defiendas
Cuando tratas de defenderte estás dando demasiada importancia a las palabras de los otros y das más fuerza a sus opiniones, que al fin y al cabo son irrelevantes y sin importancia alguna.
Si aceptas el no defenderte estás mostrando que las opiniones de los demás no te afectan, que “escuchas”.
Que son simplemente opiniones y que no tienes que convencer a los otros para ser feliz.
Tu silencio interno te vuelve sereno. Empieza a practicar el arte de no hablar. Asi, progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial dejando brotar la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría el “noble silencio”.
Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo.
No trates de forzar, manipular y controlar a los otros.
Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son o lo que tienen capacidad de ser.
Instálate en el silencio y la armonía de todo el universo.
Y comienza a disfrutar de la transformación…